Cada Addimu dependerá del Orisha al que se le ofrezca y del motivo por el cual se hace la ofrenda, ya que no todos los Addimu son apropiados para todos los Orishas y de acuerdo a la ocasión puede requerirse alguno en especial.
Al igual que los seres humanos, los Orishas sienten preferencias por un Addimu particular, pero también cabe la posibilidad que un mismo Addimu pueda ofrendarse a varios Orishas, aunque estos no tengan una conexión directa.
Los Addimus pueden ser presentados cuando se desee, para consentir al Orisha, en agradecimiento, en los cumpleaños, día del santo, porque lo haya solicitado por medio de un Osode (consulta) o en el Ita y en ceremonias o consagraciones que lo requieran.
Los Addimu deben darse de buena intención, es un sacrificio que se está realizando para homenajear a los Orishas, nunca se ofrendan por ofrendar, como dar cualquier cosa, es un acto de corazón.
Cuenta la historia que Olofin estaba muy bravo por las cosas que sucedían en la tierra, le retiró su amparo y protección a los seres humanos. Las cosas empezaron a marchar mal en la tierra, los Orishas trataron de lograr la benevolencia de Olofin para con los hombres pero todos los sacrificios y ofrendas que le hacían ninguno tenía la virtud de conmoverlo.
Yemaya tenía dos hijos, Addi e Imu, que eran muy queridos por ella y representaban toda su realización en la vida, pero preocupada por los destinos de la humanidad, por su sentimiento e instinto natural de madre del mundo, ofreció a Olofin la cabeza de sus hijos a cambio de que el otorgara el indulto a los hombres de la tierra.
Así Yemaya, ofrendo a sus hijos Addi e Imu, para salvar a la humanidad y que volviera a tener la benevolencia y bendición de Olofin. Conmovido por tan profundo gesto maternal, perdonó a los hombre de la tierra y dijo: Addi e Imu, es la más grande ofrenda, la más bella, la más desinteresada que he recibido, Addimu será entonces lo más grande que se pueda ofrendar a mí y a los demás Orishas.
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