Es la entidad de la muerte, es quien se encarga de visitar a los seres humanos que les llegó la hora de partir.
Pertenece a los Ajogun, los seres malévolos, sus aliados son Arun (enfermedad) Eyo (tragedia) Ofo (pérdida), entre otros.
A través de los ebbo se puede alejar y engañar a Iku, con la ayuda de los Orishas y de Egun; no se le ofrenda directamente.
Cuenta la historia Iku llegó al ile de Orunmila para matarlo y lo encontró parado en la puerta, pero no lo reconoció porque había hecho ebbo. Iku le preguntó si allí vivía un hombre colorado y este le contestó que no, que el único que vivía era él, y la convido a comer y a beber. Accedió comió y bebió tanto que se quedo dormida, momento que aprovecho Orunmila para quitarle la mandarria con que ella mataba a la gente.
Cuando despertó preguntó en seguida por la mandarria, Orunmila contestó que no la había visto. Iku le suplicó tanto que llegó a prometerle que no lo mataría, ni a ninguno de sus hijos, a menos que fuera él quien se lo ordenara. La forma en la que los reconocerá será con la marca, el ilde.
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