. |
Un día la Jicotea fue invitada por el Águila a una fiesta que se efectuaba arriba en la loma, pero la Jicotea le dijo: cómo voy a ir a la fiesta si yo no puedo subir la loma, entonces el Águila le contestó: yo te llevaré en mis alas, la Jicotea aceptó sin darse cuenta que era su enemiga; se montó sobre las alas del Águila y cuando ésta se remontó en su vuelo sobre la loma, cerró sus alas cayéndose la Jicotea de esa gran altura, desbaratándose con las piedras que había abajo. Entonces el Águila descendió y se comió los restos de la confiada Jicotea.
Ika Bemi
Publicar un comentario