Había dos soldados en una corte, pero uno de ellos era muy envidioso, porque el rey a su compañero siempre le daba la oportunidad de pedir primero y le proveía dos cosas de las que solicitaba, si pedía un caballo le daba dos y a él solo uno, y así con todo.
Esto le mortificaba porque siempre le daba una cosa, el rey lo hacía porque sabía que este hombre era muy envidioso. Un día el rey mandó a buscarlos y les dijo: bueno, los he mandado a buscar para que pidan lo que quieran, pero eso si, hoy al que le toca pedir es a ti, señalando al envidioso.
El envidioso se contentó porque le tocaba pedir primero que al amigo, se imaginó que esta vez le darían dos cosas; Luego el rey aclaró que de igual forma le daría a su amigo el doble de lo que él pidiera.
Entonces pensó: que pediré? si pido un caballo, a este le darán dos. Yo quiero ser rey pero si pido serlo éste será rey de reyes; que pediré? se puso a pensar hasta que se dijo; bueno yo pediré que me saquen un ojo y así a este le sacaran los dos. Acto seguido dijo: bueno lo que yo quiero es que me saquen un ojo, el rey se echó a reír y dijo: así se hará y a su amigo le sacarán los dos.
Olofin que veía lo que estaba sucediendo mandó a que trajeran a los dos soldados, le dijo al ciego: tu por no tener culpa de lo que te ha sucedido, reinarás en las profundidades del mar, donde no necesitarás de tu vista. Al envidioso le dijo: vivirás en la Tierra, donde habrá guerras, miserias y llantos y tendrás que llevarle prueba de tus acciones al Mar y así él te dará su ashe.
Baba Iroso Meyi.
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