Cuando la Religión Yoruba llega al continente americano, sufre por diferentes motivos una serie de adaptaciones, modificaciones, omisiones, algunas discutidas por muchos, pero en general aceptada por la mayoría de los grandes religiosos de la época, tanto Olorishas como Babalawos, los cuales en conjunto realizaron una serie de concilios que dio pauta a las prácticas que hoy se conocen.
Casi todos los que hoy pertenecen a la Religión Yoruba Afroamericana, y digo casi todos por no hablar en términos absolutos, fueron consagrados bajo las prácticas a las que anteriormente hice referencia, esto quiere decir, que consciente o inconscientemente aceptamos, me incluyo, los términos y condiciones de los concilios realizados por nuestros antepasados, aquellos que conformaron el tronco de las ramas religiosas que hoy nos identifican.
Habiendo dicho esto, es triste y confuso, por describirlo de alguna manera, como algunos religiosos pretenden desligarse de nuestras tradiciones afroamericanas, tratando de ejercer la religión apegándose solo a aquellas costumbres que le benefician y desechando aquellas que por motivos personales no les convienen mantener.
Hoy existe una disputa que tiene una vieja data, entre ciertos Olorishas y Babalawos, porque religiosos de ambas partes consideran tener el conocimiento pleno de la religión, desmeritando la posición de otros religiosos.
Entonces observamos Olorishas que no reconocen a los Babalawos, ni su autoridad, así como Babalawos que desacreditan el valor de los Olorishas dentro de la religión. Se escuchan versiones dadas por ambas partes, de que el otro inventa, de que el otro no sabe, de que el otro no es necesario, que esto lo puedo hacer yo, entre otras cosas.
Ahora bien, no es suficiente con que creyentes de otras religiones nos juzguen, nos desprecien, nos critiquen, y tener que lidiar con eso, como para mantener una guerra interna innecesaria por querer tener la razón arbitrariamente, por querer tener mas seguidores, por querer ser "independientes"
Ya los mayores en su momento se encargaron de conciliar, de asignar funciones, de crear tratados, de iniciar hábitos que se convirtieron en nuestras costumbres y cultura, entonces hagamos un esfuerzo en respetar esos tratados, realicemos doblemente el esfuerzo de respetar los roles de los otros religiosos sin intentar interferir y sin usurparlos.
Tengamos en cuenta que nadie es mejor que nadie, que nadie tiene la verdad absoluta y que unos a otros nos necesitamos para trabajar en conjunto, porque al final el interés es común, ayudar a la humanidad incluyéndonos a nosotros.
En los pataki vemos que los Orishas acuden ante Orunmila para solventar sus dudas, de igual forma Orunmila que también es un Orisha busca a sus hermanos para apoyarse, así debemos actuar nosotros, continuemos ese legado en el que creemos, controlemos el ego, busquemos la humildad, para encontrar la unidad.
Awo Irete Kutan
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