Shango tenía la casa muy dañada, salió a buscar con que arreglarla y dejó a Elegua aguantándole el horcón principal.
Por el camino se encontró a una mujer, la enamoró y siguió con ella, así sucedió varias veces, olvidándose de Elegua; éste se cansó de sostener el horcón y lo dejó caer, la casa se derrumbó.
Shango cuando regresó se vio sin casa, como Olofin llegó y escuchó las quejas de la Elegua, lo castigó diciéndole: “así como se cayó tu casa, de la misma forma se caerá tu naturaleza”
Obara Di
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