Había un esclavo que no tenía con quien quejarse de los malos tratos y las maldiciones que recibía de su amo.
La iyare del esclavo estaba muerta y él la vio en una sombra, ella le dijo que hablaría con Olorun, para ver si podía sacarlo de sus penas. Al poco tiempo, el esclavo tuvo un sueño, vio a Olorun en la figura de un viejo, quien lo mandó a la casa de Orunmila.
El esclavo fue y Orunmila le hizo osode y ebbo, le aconsejó que le hiciera ofrendas a su madre. Cuando todo estuvo hecho, el espíritu de la iyare, no dejaba tranquilo al amo, no podía dormir, pues le decía que le diera la libertad a su hijo, hasta que el amo así lo hizo.
Los demás enemigos del esclavo, también tuvieron que ir a pedirle perdón ya que corrieron con la misma suerte que el amo.
Ogunda Fun
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