Ocurrió una vez que Obatala estaba sembrando uvas con la idea de alegrar el corazón de sus hijos, de pronto se le apareció el diablo y le preguntó: que haces?, y Obatala le contestó, sembrando un árbol que alegre el corazón de mis hijos, yo te ayudaré, dijo el diablo, espérame que vuelvo enseguida.
El diablo desapareció en un agujero de la tierra, volviendo luego con un carnero, un león, un cerdo y un mono, mató esos animales junto a los nuevos árboles, de manera que la sangre se impregnara bien en la tierra y llegase a las raíces.
Luego contento de su obra volvió a desaparecer. Obatala se asustó y casi con miedo se preguntó mirando a los árboles, qué les pasará a los hombres que beban del líquido de estos frutos? pronto pudo saberlo, los animales sacrificados en aquella ocasión mostrarán su carácter en las consecuencias del que tome el vino, producto de esta viña.
Los hombres que beban el vino de esta viña en poca cantidad se volverán dulces y mansos como un carnero, si toman más se sentirán fuertes y valientes como un león, si beben demasiado se revolcarán en el suelo como cerdos, por último ridículos y vergonzosos como un mono.
Iroso Tolda
Publicar un comentario