Las etiquetas en las religiones

En la cotidianidad las personas tienden a etiquetar a un grupo de personas por el comportamiento de un individuo que pertenece a éste, de tal manera que las "malas" acciones cometidas por uno en particular, van a repercutir en la falsa imagen que se crea del conjunto en general.

Práctica que es muy común pero incorrecta, ya que un conjunto está compuesto por personas diferentes que tienen algo en común, sólo con un punto de comparación que permite sean agrupados, sin embargo no les quita su distintivo.

En la sociedad, cualquiera que sea la filosofía o dogma en la que se crea, se posee esta facilidad de encasillar a todos los miembros de una religión por comentarios que generalmente no son ciertos. Entonces existen creyentes que afirman, esa otra religión es mala, es absurda, es falsa, van en contra de esto, están a favor de lo otro, son ignorantes, entre otras cosas; pero como dijo algún pensador en algún momento, "más ignorante es aquel que llama ignorante a otro"

No existe religión buena o mala, correcta o incorrecta, cualquiera que sea la escogida, debe tener un único fin, crecer espiritualmente para poder acercarse al ser supremo, independientemente del nombre que se nos ocurra colocarle, o como queramos describirlo.

Por lo tanto es un error grave asegurar que, todos los integrantes de una corriente religiosa son iguales a la persona que comete una falta ante la sociedad, la moral, las buenas costumbres, la ley o cualquier otra regla.

Hay que reflexionar ante comportamientos como este y desecharlos de nuestras costumbres, porque pueden llegar a desagradarnos si otra persona los tiene hacia nosotros. Como religiosos debemos ser tolerantes, respetar las creencias de los demás y sobre todo mantener una conducta que vaya acorde a los basamentos de Osha e Ifa para ser un buen ejemplo y no dar pie a aquellos que pretenden desprestigiar nuestra bella religión.

Awo Irete Kutan.


Publicar un comentario