El perro y el gato vivían juntos como verdaderos hermanos, el perro lo incitaba siempre a jugar, el gato lo complacía y lo invitaba a cazar.
El perro quería que el gato le enseñara la habilidad de poder trepar en lo alto de los árboles y dejarse caer sin pasarle nada, pero cada vez que el perro le decía que le mostrara esas artes, el gato le contestaba que todavía no estaba preparado.
Pero un día sucedió lo inevitable, el perro se peleó con el gato por un poco de comida, hecho una fiera el perro persiguió al gato, éste corrió y se subió a un frondoso árbol, refugiándose en sus ramas.
El perro lo siguió pero fue imposible agarrarlo, al ver su fracaso le dijo: ya ves, si te hubiese mostrado el arte de subirte a los árboles, me hubieras destrozado, por eso nunca te enseñé, yo sabía que esto algún día sucedería.
Baba Ogunda Meyi
Publicar un comentario